Los hábitos alimentarios de las personas adultas
mayores suelen ser inadecuados porque se adquirieron en etapas de vida en
las cuales las demandas de energía eran superiores a las actuales.
El
envejecimiento saludable y la salud en la etapa de adultos mayores, depende de
los hábitos alimenticios y prácticas de actividad física, mantenidos a lo largo
de nuestras vidas.
Nuestra
vejez es reflejo de nuestra vida previa. El envejecimiento es un fenómeno complejo que
abarca cambios moleculares, celulares, fisiológicos y psicológicos. Los
problemas de salud y los cambios fisiológicos se desarrollan progresivamente y,
en gran medida, es el reflejo de los hábitos sanitarios mantenidos durante toda
la vida.
Los cambios
del proceso de envejecimiento afectan de manera diferente a las personas
adultas mayores. Una buena alimentación y la práctica regular de actividad
física, reducen sus probabilidades de padecer enfermedades no transmisibles
(obesidad, diabetes, hipertensión, osteoporosis, entre otros). Sin embargo,
una proporción creciente se vuelven frágiles, con disminución de la función
visual, incremento de las alteraciones cognoscitivas y trastornos del equilibrio
o la marcha.
La ausencia
de actividad física, los problemas bucodentales, los trastornos digestivos, la
disminución de la sensación de sed y olores, así como cambios en el estado de
ánimo, pueden
conducirlas a la disminución del apetito y de la ingesta de agua y por ende a
reducir la ingesta de nutrientes esenciales.
CAMBIOS DE
HÁBITOS ALIMENTICIOS
Los hábitos
alimentarios de las personas adultas mayores suelen ser inadecuados porque se
adquirieron en etapas de vida en las cuales las demandas de energía eran
superiores a las actuales. Además, el metabolismo se torna más lento con
los años, lo que también contribuye a que los requerimientos de energía sean
menores y al mismo tiempo se incrementen las necesidades de algunas vitaminas y
minerales.
El Ministerio
de Salud, entre las acciones que desarrolla en esta etapa de vida son las
siguientes:
- Promover
el consumo de frutas y verduras.
- Promover
el consumo de carnes, pescado, menestras y cereales.
- Promover
la importancia de la alimentación baja en grasas, sal y azúcar.
- Fomentar
el consumo de agua segura, al menos 2 litros diarios.
- Promover
el consumo de alimentos ricos en fibra como las frutas con cáscara o secas,
para favorecer el tránsito intestinal y prevenir enfermedades digestivas y el
cáncer.
- Promover
un ambiente agradable a la hora de comer.
- Restringir
el consumo de alcohol y tabaco.
PROMOVER LA
ACTIVIDAD FÍSICA
Promover actividad física diaria y actividades
recreativas de acuerdo a la edad y capacidad física, con el propósito de renovar
el estado de ánimo y evitar la depresión en este grupo etario. En ese
sentido, se recomienda la práctica de Tai Chi, jardinería, caminatas
familiares, entre otros.
En cierta forma las actividades que desarrollamos a lo largo de nuestra vida como la es el deporte, los habitos alimenticios, los vicios frecuentes y sobre todo el cuidado personal que le dedicamos a nuestro cuerpo se ven reflejados en las ultimas etapas de nuestra vida, como afirma el articulo.
ResponderEliminarEs por eso tratar de llevar una vida sana, porque al final del dia nuestros cuerpos nos pasan factura.